Agustina Guerrero es sinónimo de evolución constante. Acaba de volver a las librerías con A calzón quitado, un libro en formato especial y precioso que ahora os voy a enseñar.
La treintañera más popular, tierna y divertida del cómic, en su estado más genuino y deshinibido.
Por muchas máscaras y disfraces que usemos, la verdad de cada uno siempre acaba asomando la patita por debajo de la puerta. Porque al final, por mucho que intentemos esconderlos, todos los calzones se secan al sol.
Con una viñeta, Agustina Guerrero es capaz de plasmar la fragilidad y la chispa de un alma inconstante y sensible, la desesperación por un café que sentimos al despertarnos un lunes por la mañana, la inexplicable metamorfosis que sufrimos al conocer a nuestros futuros suegros o cómo enamorarnos puede convertir nuestra cabeza en una alocada pelota de golf que sale propulsada al espacio exterior.
A calzón quitado es un auténtico regalo para todos aquellos que buscamos un cómplice y testigo que nos acompañe en las alegrías y catástrofes cotidianas. Así que mira al pajarito y sonríe a la cámara: ¡el pincel de La Volátil nos está retratando a todos sin calzones ni tapujos!
El concepto de este libro se puede definir como “situacional”. Cada página es una ilustración que refleja una situación concreta, todas divertidas y la clave del éxito: todas universales, así que nos sentimos identificados con todas ellas porque todos hemos experimentado la misma sensación como mínimo una vez en la vida.
Lo más rechachi es el nuevo formato. El libro viene en tapa dura, color rosa y con los bordes tintados también, con un papel estupendo que da mucho gustito acariciar (sí, acaricio las páginas de los libros y mejor no os cuento la cara que se me pone…) y, si lo compras en la web de Agustina Guerrero (aquí), hasta te lo puede dedicar si lo especificas en los comentarios.
Un libro megagenial para acabar el año con buen gusto, megaideal para regalar en estas fechas y megatentador para volver a él cada poco tiempo. Dan ganas de enmarcar todas las páginas y decorar la casa con ellas (pero no hace falta que las arranques del libro, siempre puedes pasarte por la web de la autora y comprar alguna lámina, no me seas) y es tan requetebonito que hay que colocarlo en la estantería de frente, nada de ver el lomo, mucho mejor la cubierta.
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