Empezamos esta aventura de las dos amigas preguntándonos a dónde había ido Lila, dónde se había metido, por qué se escondía y de qué, de quiénes. Todavía no sabíamos nada de las dos amigas que acababan de aparecer en las primeras páginas de La amiga estupenda y para nada nos imaginábamos lo que vendría después. Ahora, al fin, hemos retomado la narración en el mismo momento en el que lo dejamos en aquellas primeras páginas del primer volumen de la saga Dos amigas. Estamos con La niña perdida.
Lina y Elena son ahora adultas y han tomado caminos distintos: Elena dejó Nápoles para casarse y convertirse en una escritora de éxito en Florencia. Solo un amor de juventud que vuelve a florecer la devolverá a Nápoles, donde la espera Lina, que ahora es madre y además ha triunfado muy a su manera en el negocio local. Elena es la señora culta, Lina es en apariencia la mujer de barrio, ignorante y poco dispuesta al refinamiento, pero la inteligencia pura y la intuición están del lado de Lina.
Los hechos se precipitan cuando un buen día de repente, la hija de Lina desaparece: ¿asesinato, rapto, muerte? Nadie sabe, y el barrio murmura. Desde entonces, Lina ya no es la misma y la locura acecha. Todo -los hombres, las mujeres, el paisaje, la ciudad entera de Nápoles- se convierten en testigos del duelo de una madre que no sabe llorar y un buen día también desaparecerá, devolviendo al lector a las primeras páginas de esta espléndida saga.
Inteligencia, emoción contenida, escritura que se pliega a los acontecimientos y se ajusta como un guante a la trama: todo está en estas páginas donde se ha ido cosiendo una de las obras más brillantes del siglo XXI.
«Quería contar solo la vida de dos mujeres. Y para hacerlo era necesario que filtrara la historia en el trasfondo de sus existencias, las cosas que de un modo u otro tenían que ver con ellas. Me gustaría que el relato ayudase a contemplar en términos narrativos un pedazo de la historia de Italia.»
Elena Ferrante
La vida ha ido pasando y ha ido dejando marcas. Nosotros, como lectores, hemos sido testigos de ese paso del tiempo y en este cuarto tomo veremos el desenlace. ¿A dónde va a parar el camino de Lenù? ¿Qué va a ser de Lila/Lina después de perder a su hija? Y, lo más inquietante de todo, ¿dónde está ella ahora? Ellas ya no son las mismas que eran cuando abrimos por primera vez La amiga estupenda, pero para ser sinceros, tampoco nosotros somos ahora los mismos después de haber leído a Elena Ferrante.
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